
Dreyfus fue acusado por espionaje y condenado a cadena perpetua sin más pruebas que documentos falsos que no acreditaban para nada su culpabilidad. Tan sólo es ser judío parecía justificar su condena.
Zola como gran defensor de la claridad y la verdad, defendió con uñas y dientes la ocultación de pruebas y falsificación de las mismas, a la vez que pedía la reapertura del caso.
En su acusación, expresiones como "inconsciencia", "complicidad", "mentira" ," engaño", "fraude", "difamación" y " manipulación de masas" resuenan constantemente.
Después de una lectura atenta, no me extraña que los lectores, no olvidemos que fueron nada más y nada menos que 300.000 los que compraron el periódico, meditaran sobre el texto que minuciosamente documentado escribió Zola. Además, es muy interesante ver cómo en aquellos momentos la sociedad juzgaba a las personas simplemente por el hecho de ser de una raza u otra.
No olvidemos que la sociedad tenía unos ciertos prejuicios ya establecidos debido a la influencia que los gobernantes tenían sobre ellos. También,es importante ver aquí la manipulación que hacían de los medios en la opinión pública.
El derecho a la libre opinión frente al derecho a ser protegido de una idea delictiva, impregna las palabras escritas por Zola. Hoy en la actualidad, el periodista debía de aprender de Zola que cuando se hacen artículos de opinión, deben de estar bien fundamentados, y sobre todo, bien docueme tados, ya que a través del periódico se influencia en la opinión de mucha
gente.Fue una verdadera lástima que el autor muriese de forma extraña sin saber que Dreyfus fue absuelto y sin conocer el alcance que ha tenido para el mundo periodístico su "Yo Acuso".
Como moraleja de todo esto, me quedaré con una frase de Zola que dice:
" Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible"
¡Qué razón tenía!
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