
El Fuelle nos recibió el viernes pasado. La cena ( bastante copiosa) no estuvo mal.Lo que más me impactó no fueron esas migas con uvas...¡NO!...fue ese peazo camarero que me trajo el postre y me rellenó la copa de vino.Un individuo muy peculiar...con unas características físicas indescriptibles que me dejó privada! ( permíteme Argente tomar esta expresión tan tuya ). En los momentos en que el "atractivo" camarero se acercaba a la presidencia de la mesa, los decibelios del local subían de forma desmesurada....¡ qué nivel vocal el de los alumnos del Máster!. Aunque le cogimos gusto a las cadieras....no tardemos mucho en salir a tomar unas cervecillas por el casco.Allí el alcohol comenzó a surgir efecto ( a unos más que a otros) porque todo hay que decirlo. ¡Nunca digas de este agua no beberé! Lo mejor vino allá a las cinco y media de la mañana. Tres individuos hicieron una parada en un exquisito piso....y se dispusieron a desayunar unos huevos (de los buenos) y jamón con denominación en una cocina sin igual. (de madera de la buena). Conversaciones filosóficas de alto nivel acompañaron al desayuno...hasta que un suceso paranormal tuvo lugar! Resultado: lesiones leves y una silla menos en el comedor..........¡Y las cámaras sin bateria!
2 comentarios:
Ya te vale choni. Mira que eres choni desustanciada. Bueno la verdad lo pasamos bien, daños del mobiliario al margen. ¿Cómo puede dar una noche tanto de sí? Todo me deja privada.
eso me habría gustado verlo!periodistas, a partir de ahora con cámara en ristre
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