domingo, 6 de abril de 2008

La vivienda...¿todo un negocio?


Según el Instituto Nacional de Estadística, la vivienda ha bajado este año un 27% y se espera que siga bajando. Esto quiere decir que en los tres primeros meses de 2008, ha visto descender su valor más que a lo largo del año 2007.

Un dato a tener en cuenta, sobre todo para todos aquellos jóvenes que están pensando en invertir en el ladrillo y no hipotecarse para 50 años.

Parece ser, que el sector imnobiliario se encuentra inmerso en la mayor crisis de los últimos 8 años. Por este motivo,casi un 40% de las inmobiliarias se han visto obligladas a cerrar a pesar de las suculentos regalos que proporcionan por la compra de un piso.

Una de las causas de esta situcación no es otra que las dificultades que los ciudados tienen para pagar al mes las hipotecas. Hipotecas que han descendido en un 23%.

Muchos ciudadanos, se han visto obliglados a pedir dinero a prestamistas que les han llegado a cobrar un 80% de interés más que el banco. Por este motivo, se han triplicado el número de morosos.

Una situación más que esperable ya que el Fondo Monetario Internacional dice que en España, la vivienda se sigue vendiendo sobrevalorada un 20%. Un porcentaje que no acompaña a los salarios, que en su mayoría corresponden a 1000-1200 euros.
Una cara muy diferente, la muestra aquellos que se han beneficiado de este "boom" inmobiliario. Un claro ejemplo es Francisco Hernández, más conocido como " El Pocero".
Nacido en el barrio de Tetuán, vivía con sus padres y sus cinco hermanos en un chamizo que carecía de baño y cocina. Gracias al negocio del ladrillo, hoy es uno de los hombres más ricos de España.
Prueba de su patrimonio, es su yate, valorado en más de 25 millones de euros, o su yet privado.
Su ambición ha llegado a tal extemo que conviertió Seseña, un pueblo toledano de 6000 habitantes, en el centro de sus operaciones.
Comenzó en la construcción de 742 unifamiliares, y ha acabado creando una ciudad dormitorio con más de 13500 pisos al precio de 250000 euros.
Su última obstentación, la dejó patente al querer comprar por 110 millones de euros el puerto deportivo mallorquín de Portals, pero se fue arrebato por el magnate alemán dueño de Teka Graf Klaus.
¡¡¡Qué paradójica es la vida!!! Mientras unos están pagando religiosamente su casa durante toda una vida, otros llenan sus bolsillos a costa de los humildes sobrevalorando el precio de objetos de primera necesidad. ¿ Ya no se acuerdan de cuando ellos también lo eran?????


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